Gobierno anuncia aumento al salario mínimo y reducción gradual de la jornada laboral
CIUDAD DE MÉXICO — La presidenta Claudia Sheinbaum dio a conocer un paquete de reformas laborales que marcan un giro significativo para los trabajadores mexicanos. En conferencia realizada esta semana, el Gobierno Federal confirmó que, a partir de 2026, el salario mínimo tendrá un incremento importante y que la jornada laboral se reducirá de forma progresiva hasta alcanzar las 40 horas semanales al final del sexenio.
El anuncio se presenta como uno de los pilares de la agenda social del nuevo gobierno, que busca consolidar un modelo laboral más equitativo, elevar el nivel de vida de los trabajadores y garantizar un equilibrio mayor entre la vida personal y el empleo.
Aumento salarial para 2026: un alivio ante el costo de vida
Durante el mensaje oficial, Sheinbaum detalló que el salario mínimo general pasará a 315.04 pesos diarios, lo que representa un aumento aproximado del 13 % respecto al salario vigente. Este ajuste se traducirá en un ingreso mensual cercano a los 9,582 pesos, una cifra que, según la mandataria, responde al compromiso de seguir recuperando el poder adquisitivo perdido durante décadas.
Para la Zona Libre de la Frontera Norte, el incremento será del 5 %, elevando el salario mínimo de 419.88 a 440.87 pesos diarios. Aunque no es un aumento tan elevado como el del resto del país, el gobierno explicó que esta región ya había recibido ajustes previos más significativos y que la actualización mantiene un equilibrio con la dinámica económica del norte del país.
Sheinbaum aseguró que el alza salarial no tendrá efectos inflacionarios y que se trata de un proceso coordinado con empresarios y especialistas en economía laboral. De acuerdo con el gobierno, el incremento contribuirá a estimular la economía interna, fortalecer el consumo y reducir la brecha salarial sin comprometer la estabilidad financiera.
Camino hacia la jornada laboral de 40 horas: un cambio gradual y consensuado
El segundo gran eje del anuncio fue la reducción paulatina de la jornada laboral, una demanda histórica de sindicatos y organizaciones laborales en México. Actualmente, la Ley Federal del Trabajo establece un máximo de 48 horas semanales, pero la nueva propuesta plantea una transición que iniciará en 2027, reduciendo dos horas por año hasta llegar a un esquema de 40 horas hacia 2030.
La reforma, según explicó la presidenta, no implicará reducción de salarios ni afectación a prestaciones. El objetivo central es avanzar hacia condiciones laborales más humanas, alineadas con estándares internacionales y con modelos aplicados en otros países de la OCDE, donde la tendencia apunta a jornadas más cortas y mayor productividad.
Representantes del sector empresarial han señalado que el cambio deberá implementarse con diálogo y planeación, especialmente en industrias donde la cobertura de turnos es crítica. Sin embargo, el gobierno ha reiterado que la transición será flexible y acompañada de mecanismos de apoyo para evitar impactos negativos en pequeñas y medianas empresas.
Un parteaguas para el mercado laboral mexicano
Con la combinación de un salario mínimo más alto y la reducción progresiva de la jornada, México se encamina hacia una transformación laboral de gran alcance. El gobierno subraya que estas medidas forman parte de un proyecto nacional para fortalecer el bienestar social, reducir la desigualdad y mejorar la calidad de vida de millones de trabajadores.
De aprobarse en el Congreso tal como fueron presentadas, las reformas colocarían al país entre las naciones latinoamericanas con mayores avances recientes en materia de derechos laborales, elevando el estándar de justicia social y marcando un nuevo rumbo para la política económica del sexenio.

